Hay redobles capaces
de derribar no solo un campanario si no también un reino, recordemos el repique
de La campana de Huesca. En el lienzo de Mara Ángeles vemos el campanario de
San Juan del Olmo retorciéndose bajo el tañer de sus bronces, pero también
observamos como la cigüeña lo sobrevuela para anidar sobre su torre. Toque de
rebato pretende ser un repique poético para despertar conciencias, para sacudir
de sus siestas a todos aquellos que aun dormitan a pesar del terremoto que nos
sacude. Vivimos cercados por unos poderes omnipresentes que pretenden sumirnos
en una cerril obediencia, pero el cielo está cada vez más encapotado y los
rayos empiezan a encender el firmamento. “Tiene que llover a cantaros” nos
cantaba Pablo Guerrero y los truenos no han hecho más que empezar